jueves, octubre 25, 2007
Muerte de un bajista
La primera imagen que recuerdo de Miguel angel fue la de una mole de 120 kilos y metro noventa que con una voz de pajarillo se presentó a todos los compañeros del grupo en el salón de actos de lo que por entonces era TTD.Acto seguido saco el bajo fender y se me cayeron los cojones al suelo cuando volvimos al sábado siguiente y ya podía tocar el bajo de "Over the hills and far away" como si la canción la hubiera escrito el. Era la primera vez que la oía, cuando le pasé la cinta. Y el ritmo es un 140 bpm, un rompededos.
Siempre en segundo plano, siempre manteniendo el ritmo, y siguiendo nuestros midis sin quejarse ni una sola vez. Siempre riéndose, siempre listo para echar una mano, siempre de los primeros en en los ensayos, con todo preparado.
Como era listo, sabía que en este país lo de la musica era de chiste, y se preparó su carrera de derecho para poder trabajar como funcionario y divertirse, cuando los niños le dejaban, con el ruaquenrol.
Miguel Angel me hizo apreciar la producción y los sesioneros del primer disco de Mecano, grupo que ya no he podido odiar con la misma intensidad desde entonces. Me enseñó a colocarme el bajo para la que tocaba yo, a darle un poco de vidilla a tres dibujos sencillos, e hizo que apreciara la labor del bajista mucho antes de lo que yo hubiera tardado por mi mismo.
Ayer Miguel Angel murió de cancer fulminante. Esta mañana, cuando le he visto tras el cristal del tanatorio, solo su barba descuidada me decía que al final ya había bajado los brazos. Los ojos cerrados, cubierto con el sudario. La enfermedad había sido misericorde con su cuerpo y no le había deformado. Exactamente como lo recordaba la ultima vez que quedamos, para hablar de negocios o en el concierto de Toto.
Me han dado ganas de tocar el charles una vez más, para que entrara a tiempo, como siempre, como un reloj.
Me cago en mi puta estampa.
miércoles, octubre 10, 2007
Ayudales a imaginar...
Bound for Glory
Me reconcilia conmigo mismo saber que todavía puedo llorar a las 8:00 de la mañana viendo a unos heroes calvos, tripones, y con un coeficiente friki desmesurado.
Me gustaría saber que gen nos hace emocionarnos ante semejante gilipollez heroica, para preservarlo por el bien de la humanidad.
En algún escenario, los Manowar están tocando en honor de estos héroes. Hats off!!!
martes, octubre 02, 2007
Wittgenstein, eat your heart out!
El problema de Calvin es siempre el mismo, que consiste básicamente en que, como le dije al maño hace poco, truth is bad business...
