Combustión Espontánea

Elengaer es una chica muy mona que vivía en Barcelona, como decía la canción.

Nunca he entendido bien el porqué, porque ni siquiera nos hemos conocido salvo por una extensión rara de nuestro "social networking" blogero, pero me cayó muy bien en la distancia. Está en medio de un proceso de ecdisis, como otra que yo me sé, y siempre veo estas cosas con una mezcla de cariño y ánimo, que no son nada sencillas.

Y ha puesto un post sobre como la gente opina a veces gratuitamente con la mejor intención, y me ha hecho reflexionar sobre ello y sobre los consejos en general, que creo que voy a compartir con el resto de los lectores de mi blog, a ver que opinan.

Hmmm…

Mira, el problema de los inputs muchas veces es el “self-rightneousness” con los que la gente los emite. Se puede ser asertivo dando un juicio o un consejo, pero los consejos tienen tres reglas de oro:

A) Ser consciente de tu propia subjetividad
B) No sentirte mal con el aconsejado si decide pasar de tu culo
C) No esperar un “cuan sabio eres” cuando te los dan. En el mejor de los casos se callarán y te harán caso mucho tiempo después, o la cagarán y recordarán que les diste aquel consejo.

Pero el problema es que el mejor consejo del mundo no vale una mierda comparado con la peor experiencia propia del mundo. Lo que no te deja cicatrices en la piel no se aprende.

Así que escucha a todo el mundo, haz lo que te salga del coño, y manda a tomar por el culo a los que acertaron en la ruleta y vengan a decirte “Te lo advertí”. Por que tu entre otras cosas, ya sabes quien tenía razón y posiblemente, si no viene a restregártelo, le harás más caso la próxima vez.

La verdad es que como siempre, tengo muchas más cosas que decir y contar que tiempo para crear una entrada.




Podía hablar de la belleza de la derrota, personificada por nuestra selección de baloncesto, a la que desde aquí me quito el sombrero y me uno en el dolor. No se me puede acusar de oportunista en esto, llevo veinte años de forofeo baloncestístico.



Podía hablar de determinadas cosas que tienen que ver con mi vida personal y profesional, o de mi hija en ciernes.

Pero como solo tengo una bala hasta no se cuando, la usaré en esto:



Este verano, con gran riesgo de mi vida y mi integridad física , dado que estaba de vacaciones con mi familia política (Naaah, en realidad hemos llegado a un pacto tácito de no agresión que funciona de momento bastante bien), uno de los dos libros que me he calzado este verano ha sido, como creo que comenté, "The God Illusion", del biólogo Richard Dawkins. Libro que recomiendo encarecidamente, no porque vaya a convencer a nadie o desconvencer a nadie a estas alturas de curso de que Dios es una filfa creada por una serie de mecanismos biológicos perfectamente delimitados, sino porque es una lectura amena e interesante.

En su rooting sobre la moral y el teórico contrapeso que ejerce la religión como freno de unos brutos sedientos de sangre, viene a plantear que hay una serie de estrategias que funcionan estupendamente a la hora de sobrevivir, y en las que el altruismo y la bondad y la generosidad juegan un importante papel.



En concreto, se centra en una, el Tit-for-tat. La idea es que a priori, todo el mundo es bueno, y se opera de manera honesta con ellos sin contrapartidas a priori. Pero en el caso en el que alguien engañe o traicione, se contraataca de manera brutal, penalizando las conductas nocivas para el grupo. Hay variantes que incluso tienen más capacidad de supervivencia en las simulaciones de tipo "juego de la vida" que incluyen Tit-for-tats con capacidad de misericordia.



Reflexionando sobre ello, me doy cuenta de que la gente pasa por fases, que generalmente parten de un buenismo que suele acarrear disgustos, a un completo endurecimiento que te aliena de la gene, y generalmente pocos se apuntan al Tit-for-tat, y se suelen quedar en posturas intermedias (No vamos a volver a aquella discusión de las buenas personas) que en general llevan a diferentes grados de "buenismo" y diferentes grados de "hijoputismo".



La verdad es que doy fé de que la estrategia funciona. La he aplicado en la vida, en los negocios, en WOW... y funciona como un tiro. Sé el primero en ayudar, ser generoso, confiar a priori y dar confianza, siempre.



Y si te joden, a muerte, y luego méate sobre su tumba mientras bailas sobre ella.