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martes, octubre 31, 2006

Needful things 


La entrada de hoy me la han inspirado varias cosas, pero sobre todo es un tema de trabajo (Que original)

Hace eones, en el pretérito pluscuamperfecto, Hetoo creó una entrada bastante interesante(Me perdonaréis que ni la busque) pero básicamente intentaba demostrar lo muy diferente que resulta algo cuando realmente lo quieres o cuando es algo que te gustaría tener o hacer, pero siempre que no te resulte excesivo el precio o el esfuerzo a pagar.

Sobre lo que estaba reflexionando es sobre una variante del mismo, pero al revés. Sobre las cosas que necesitas de verdad, pero que no pagarías por ellas ni borracho.

Podemos pensar en una persona obesa, que en realidad no necesita esos sobres milagro que no valen ni para tomar por el culo, sino una persona que le siguiera a todas partes y que le estuviera dando la chapa para que fuera al gimnasio y le diera pellizcos cada vez que cogiera comida. Pagará por los sobres, pero no por el pellizcador. Preferirá engañarse a si mismo a someterse a las incomodidades y problemas que le acarreará el intentar solucionar el problema de verdad.

Y no me digáis que es un problema de precio, si ambas cosas valieran lo mismo, la persona seguiría comprando los sobres ocho de cada diez veces. Porque lo que queremos es acallar la conciencia culpable, no solucionar de verdad el problema.

Calvin y Hobbes lo resumieron de manera olímpica en esta tira (Sorry folks, no images). La gente paga por lo que desea, no por lo que necesita.

Tenemos un nuevo producto entre manos al que vamos a llamar Cortarrollos 1.0, porque básicamente lo que vendría a demostrar es que determinado mecanismo clave empresarial es una puta mierda en el 99% de los casos de una manera objetivable, y que buena parte de todas las inversiones que se realizan en base a los resultados derivados de ese mecanismo van directas a la basura. El producto lo necesita todo el mundo, dudo mucho que nadie nos lo comprara. Sin embargo, otras compañías facturan un señor dinero vendiendo pura mentira, porque es una mentira agradable y casi mágica.

Por lo que aquella gran novela del maestro, debería llamarse en realidad "Cosas deseadas". Y al noventa por cierto de las empresas españolas, les debería dar por el culo una caterva de ogros de las montañas Blackrock hasta que entraran en sentido o entraran en ignición, lo que ocurriera antes.

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lunes, octubre 09, 2006

El efecto yo-yo 


Un blog se actualiza poco por una serie de razones, entre ellas:

- Tu vida es una brasa iterativa y no tienes nada interesante que decir
- Eres un percebe pegado a una roca y la vida te golpea en forma de olas. Nada que registrar, salvo esperar a la próxima ola
- Te aburres de la novedad, te das cuenta de que no es lo tuyo, y lo abandonas hasta que el proveedor se da cuenta de tu última actualización y te kickea

En mi caso, el problema es el efecto yo-yo.

Cuando se tiene una naturaleza adictiva como la mía, es bastante probable que antes o después te des cuenta de que tienes quinientos intereses diferentes, que hacen un pull brutal sobre ti y sobre tu siempre limitado tiempo. Entonces, el yo-yo se aleja, las entradas son más espaciadas y más insustanciales.

Pero el yo-yo siempre vuelve, y siempre hay cosas interesantes que contar y amigos de los que te gusta saber su opinión. Y trolls que masacrar, aunque eso es más especialidad de mi hermano de caza Imperator.

Click - Whirrrr (sonido del yo-yo subiendo por el hilo)

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