Combustión Espontánea

Lo he puesto en el blog de Athe, pero creo que conviene manifestarlo de manera un poco más explícita:

(sic)"Quiero no solamente que ganen [Lordi en Eurovision], sino que maten y violen a las Ketchup en directo. En ese orden exacto"

Como dice Rapun, estos son los de hoy. Mañana, de la foto fija solo quedará un manchurrón en movimiento.

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En la docena corta de personas que visitan mi blog, hay una que resplandece como el sol, por su afilada pluma y colmillo retorcido, que es mi amigo Imperator.

Impe acaba de decidir no volver a comentar en mi blog, cómo hizo antes Rapunzell, porque no quieren postear en un blog en el que tiene cabida una persona como Odiseo.

Sin embargo, banear a nadie, por muy necio, pesado, obtuso o sicofante que se pueda ser, me parece un acto bastante fascista de raíz, con lo que me he resistido a banear a Odi, como se me pide por activa y por pasiva.

Por no mencionar que abandonar un blog y la exposición a opiniones y entes xenoencefálicos me parece una posición de lo más respetable, pero un tanto endogámica. Siii, ya sé, ya sé... En mi tiempo libre me rodeo de quien me apetece y todo eso. Pero en realidad, siempre he pensado que es inofensivo. Que le vamos a hacer.

También me gustaría dejar claro que mi paciencia tiene un límite, y que si yo expreso de manera inequívoca que no quiero que se use mi blog como vehículo de mensajitos de nadie para nadie, es para que se me haga caso.

Y que tampoco agradezco que se me espante a la gente que usa su derecho a opinar en los comentarios de mi blog con múltiples parrafadas densas como gachas de almortas que atufan a autocomplacencia y a que no se tienen sitios mejores en donde volcar nuestra incontenible erudición y logorrea.

Y que mis costumbres y mis principios, parafraseando a Groucho, están para ser rotas y para gestionar excepciones.

En resumen, que entiendo a todo el mundo, pero no espero que todo el mundo me entienda a mi cuando tomo decisiones. That's life, que decía Frankie.

He de reconocer, antes de nada, que una de las cosas que cuesta más lograr en la vida, es saber diferenciar la forma del fondo. A mi me ha llevado muuchos años saber cuando alguien me llama la atención por el fondo, la forma, ambas cosas, o ninguna.

En general, es preferible rodearte de gente con buen fondo, aunque las formas no sean las mejores, o las más ortodoxas, o las que más vayan contigo. Simplemente, porque a la larga pagan más. Es preferible tener tres amigos con los que juegas al Scrabble pero que están cuando los llamas, a tener diez amigos de juerga, speed y cuchipanda que no quieren saber nada de ti cuando te vienen mal dadas.

Pero este post, porque él lo vale, va dedicado a alguien que me fascina, pero por la forma, ya que el fondo considero que es hediondo. Ladies and gentlemen, les presento a Jose Luis de Vilallonga.

Vilallonga es un tipo sin medias tintas: O le adoras o le odias, y en muchas ocasiones se puede pasar de un estado a otro sin ningún tipo de problemas (Que le pregunten a Begoña Aranguren, una de sus ex-mujeres). En mi caso, le profeso una nada disimulada admiración.

¿Que hace que sea una persona que esté en mi panteón de hombres ilustres? Que escribe muy,muy bien. En un mundo donde los zoquetes avanzan en legión, la escritura estilo SMS se impone, y los editores de libros te dicen que hay que explicar todo, por más complejo que sea, como si hablaras a niños de cinco años, me confieso admirador irredento de una persona que fija unos estándares de calidad y de excelencia en casi todo lo que hace en esta vida, y el que no los cumple es simplemente un bárbaro. Con dos.

Personalmente, y como ser humano, la palabra que mejor le define su poliédrica personalidad, es sin duda la de hijodeputa. Así, sin paliativos. Borracho, putero, infiel, sus hijos biológicos le importan una mierda, mantiene una relación "master and servant" de lo más enfermiza con Fabrizio, el hijo de su segunda mujer, Syliane Stella, un psycho peligroso; es engreído, clasista, motormouth y superficial. Una joyita, vamos.

Ha compartido plató con Fellini y la crema del cine europeo, con la aristocracia, con el poder, le hizo la biografía al ínclito, ha sido actor, reportero de Paris Match, estuvo en ja Junta Democrática, asiduo de la bodeguiya hasta que se hartó de las mangutelas sociatas... Ha sido calderero, sastre, soldado y espía... Una vida, vamos.

Una de mis fobias personales es que no leo novela, de ningún tipo. ¿Por qué? Fundamentalmente porque hay tanta realidad desconocida ahí fuera que considero que muchas veces es un desperdicio de tiempo y de dinero admirar, por más y mejor oficio que se le eche, la vacuidad de un edificio inexistente cuando puedes ver casas herrumbosas, pero donde ha vivido alguien. Y Jose Luis ha vivido, joder si ha vivido.

Entiendo que a mucha gente le guste, que sé yo... Terry Pratchett, o el ciclo de Dungeons & Dragons, pero yo prefiero leer como a este tipo le examinó Lacan en su juventud porque sus padres creían que estaba como una puta cabra, y la anécdota deliciosa con las corbatas de su padre. Su padre, por cierto, muy majo el también, en la posguerra mató un rojo por cada par de zapatos de fiesta que le robaron cuando asaltaron su palacio (Era el Marqués de Castellvell, título que ha heredado mi héroe) los republicanos en la guerra.

Os recomiendo cualquiera de sus obras, pero preferentemente las autobiográficas, directas o disimuladas, como los cuatro volúmenes de sus memorias o la novela "Allegro Bárbaro". Aunque os parezca decadente, dadle una oportunidad. Es la musa de la amenidad grapada a un par de portadas.

Y de postre, un párrafo suyo que he releído esta mañana mientras desayunaba y que me ha impelido a escribir este post (Del libro "El fuego que no quema" de Begoña Aranguren, pre-cabreo supino):

"BA: Después de su experiencia en la Junta Democrática, donde, seguro, convivió con gente ambiciosa de gloria, deseosa de meterse en política...

JLV: Si, pero eran todos gente chata, hombres pequeñitos con unas ambiciones que no creo que fueran más alla de de pretender comer dos veces al dia. Es que nos olvidamos siempre de que este país -lo ha sido siempre, pero últimamente, si cabe, lo es más- es un pais muy cutre. Entoces, hablábamos de diplomacia... Cuando accedían a la carrera diplomática los de antes, se nombraba embajadores a aquellos que tenían fortunas personales importantes a fin de que representaran al país lo mejor posible. Ahora, un embajador es un funcionario que tiene además una cantidad de dinero asignada como gastos de representación, y, en la mayoría de los casos, en lugar de utilizarlo para eso se quedan con él. Yo he estado en varias embajadas españolas en las que te daba casi vergüenza ir a comer porque se notaba que estaban haciendo ahorros"

A su salud, señor marqués... Cuando usted se muera iré a mearme en las puertas de los palacetes que posee en Madrid el concejal de urbanismo de Marbella. Con suerte igual me arrestan por escándalo público, pero es lo menos que puedo hacer por usted.