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martes, junio 07, 2005

Sólo lo justo 

La verdad es que últimamente me embarga una sensación extraña: La de no poder hacer más que lo estrictamente necesario para sobrevivir, sin nigún tipo de excelencia y/o sofisticación.

La verdad es que hemos podido preparar, con tres ensayos de mierda, y gracias a que Gorpik y Rapun son dos animales, un concierto que medio se sostenía en pie, pero la verdad es que podía haber quedado unas cien veces mejor, mirando por lo bajo, y que hubiera estado bien que alguna nota de mis solos hubiera coincidido con los de las canciones originales.

La verdad es que he visto a mis amigos de la Polonia profunda y me he pasado un rato cojonudo con ellos, pero no he podido quedar luego con ellos, charlar tranquilamente sobre sus planes de boda y hacer turismo con el resto de los sectarios.

La verdad es que he sacado una A en la evaluación contínua de la única asignatura de la que me he matriculado en Empresariales, pero me hubiera gustado poderme matricular de más y haberlo sacado todo más redondo, sin tener que hacer las PEC deprisa y corriendo para entregarlas dos horas antes del plazo límite.

La verdad es que dado el ejercicio que hago, no me he puesto todavía como un odre de mierda (Si ya se que eso es subjetivo, Gorpik, y que tu padre no es quien tu crees que es), pero me gustaría hacer mucho más deporte y estar mucho más en forma.

La verdad es que mi empresa está despegando contra todo pronóstico, pero me voy a la cama todos los días con la sensación de que no he sacado suficientes horas al día para echárselas.

La verdad es que me siento muy cómodo y feliz en mi casa, pero no le he podido meter mano al jardín desde hace meses, con lo que cualquiera que se adentre en él sin mapa morirá una muerte horrible tragado por la hiedra asesina y el rosal universal.

La verdad es que soy más feliz que nunca en mi relación personal, pero me gustaría poder compartir más tiempo de calidad con mi mujer. Y de paso, hacer algo de vida social, que tenemos menos que el Sr. Burns.

Eso es excelente, Mr. Napalm. Está despedido.

La verdad es que todo se reduce a que tengo demasiados platos en el aire al mismo tiempo, y que ninguno gira con particular gracia ni velocidad, y que sólo contemplándolo en la distancia y en perspectiva me hace sentir si no orgulloso, por lo menos con la sensación de que algo de mérito tiene el tema.

Entiendo a Rapun cuando reflexiona sobre lo importante que es priorizar, pero la sensación que te embarga cuando tienes ocho girando al mismo tiempo, no tiene precio (C) Mastercard.

El amigo Bob mostrando su vertiente estándar

(Por cierto, el original arternativo de esta portada reposa enmarcado en mi casa)

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