jueves, noviembre 25, 2004
Jano
Janus (o Jano) era un dios romano de confuso origen cuya principal característica es que su representación iconográfica era una cabeza con dos caras. Parece ser que era además una especie de sereno venido a más, guardian de la puertas de nosequé. Además, a el le debemos el nombre del mes de Enero (en inglés -January- se aprecia mejor la raíz).
La imagen me ha venido a la cabeza al recibir esta mañana una electrizante arenga (o sea, business as usual) que el señor Federico Jiménez Losantos manda a sus huestes en la COPE por las mañanas y con la que yo tengo a bien despertarme.
Si, si, despertarme. Como algunos de vosotros sabéis, Lady Napalm tiene una acusada hipertrofia hemipléjica derecha, que le hace apreciar en manera suma la información "centrada y ponderada" que ofrece, y en consecuencia, tenemos puesto en el radio despertador al susodicho titán de las ondas. Al cual, por cierto, os recomiendo que oigaís con fruición, porque es digno de ser oído. Claro está que esta recomendación es en la misma clave en la que os recomiendo que oigáis cintas de Los Chutis o de los Pillo's Boys.
Pues bien, mi reflexión viene sobre la curiosa dualidad existente a la hora de comunicar por parte de los grandes emporios de la comunicación.
Lo medios reaccionarios no tienen ningún problema en mantener un tono de comunicación agresivo, galleante y de aquí estan mis cojones. En realidad lo que están trasladando a sus oyentes es la fantasía en la que se vuelve al macho ibérico, al "porque yo mando aquí" y el "usted no sabe con quien está hablando" e incluso sueñan, en secreto, con poder volver a golpear a los rojos con calcetines rellenos de perdigones mientras están atados en sillas en la comisaría.
Los medios sociatas, sin embargo, adoptan un tono de "somos políticamente correctos", sin demasiados excesos (salvo lobotomizados como Carlos Carnicero) e intentando mantener una actitud zapateril. Como ya he mencionado en otra ocasión, alguien que se mete 1,000 kilos de contrato como Iñaki Gabilondo o Javier Sardá, está lo suficientemente alejados de la realidad (y por ende de la imparcialidad) como para que lo que me digan me lo pase por el forro de los huevos. Y aquí ponga usted a Julia Otero, y (¡ay!) al Gran Wyoming.
Huelga decir que ambos bandos me resultan patéticos en lo obvio de su manipulación, pero lo que me llama la atención es las diferentes maneras de sofronizarse que tienen cada bando. Casi prefiero los facciosos, que al menos no se engañan a si mismos.
¿Y el resto de los medios? ¿Los medios independientes, me preguntáis? Lo siento chicos, lo mismo que las hadas y los elfos, son fantasías.
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La imagen me ha venido a la cabeza al recibir esta mañana una electrizante arenga (o sea, business as usual) que el señor Federico Jiménez Losantos manda a sus huestes en la COPE por las mañanas y con la que yo tengo a bien despertarme.
Si, si, despertarme. Como algunos de vosotros sabéis, Lady Napalm tiene una acusada hipertrofia hemipléjica derecha, que le hace apreciar en manera suma la información "centrada y ponderada" que ofrece, y en consecuencia, tenemos puesto en el radio despertador al susodicho titán de las ondas. Al cual, por cierto, os recomiendo que oigaís con fruición, porque es digno de ser oído. Claro está que esta recomendación es en la misma clave en la que os recomiendo que oigáis cintas de Los Chutis o de los Pillo's Boys.
Pues bien, mi reflexión viene sobre la curiosa dualidad existente a la hora de comunicar por parte de los grandes emporios de la comunicación.
Lo medios reaccionarios no tienen ningún problema en mantener un tono de comunicación agresivo, galleante y de aquí estan mis cojones. En realidad lo que están trasladando a sus oyentes es la fantasía en la que se vuelve al macho ibérico, al "porque yo mando aquí" y el "usted no sabe con quien está hablando" e incluso sueñan, en secreto, con poder volver a golpear a los rojos con calcetines rellenos de perdigones mientras están atados en sillas en la comisaría.
Los medios sociatas, sin embargo, adoptan un tono de "somos políticamente correctos", sin demasiados excesos (salvo lobotomizados como Carlos Carnicero) e intentando mantener una actitud zapateril. Como ya he mencionado en otra ocasión, alguien que se mete 1,000 kilos de contrato como Iñaki Gabilondo o Javier Sardá, está lo suficientemente alejados de la realidad (y por ende de la imparcialidad) como para que lo que me digan me lo pase por el forro de los huevos. Y aquí ponga usted a Julia Otero, y (¡ay!) al Gran Wyoming.
Huelga decir que ambos bandos me resultan patéticos en lo obvio de su manipulación, pero lo que me llama la atención es las diferentes maneras de sofronizarse que tienen cada bando. Casi prefiero los facciosos, que al menos no se engañan a si mismos.
¿Y el resto de los medios? ¿Los medios independientes, me preguntáis? Lo siento chicos, lo mismo que las hadas y los elfos, son fantasías.
sábado, noviembre 20, 2004
Creo
He tenido a bien hoy fumarme 30' de un Barça-Madrid para ver, conjuntamente con Lady Napalm, la peli de "La Pasión" de Mel Gibson. Con dos. (Gorpik, antes de que digas que más me valdría haberme visto luego "Scary Movie 3", me cago en todos tus putos muertos bailando la conga - De manera preventiva, como Bush).
Y por cierto, me ha causado una muy honda impresión, posiblemente por todas las razones contrarias a las del resto del mundo.
Para empezar, la gente que comenta que es una película supergore, es gilipollas TDBA. Señores, si se le mete una sarta de latigazos a alguien en ese plan, las heridas son así y se sangra así. Un shock hipovolémico es así, y las convulsiones incontroladas de las manos son así. Las crucifixiones eran así, teniendo en cuenta que no se puede crucificar a nadie de las palmas de las manos, porque se desgarran, pero era muy común que los ataran y les dislocaran los hombros. Las gilipolleces son los crucifijos que muestran una cara en éxtasis y/o cierta incomodidad, como si le molestaran los zapatos, en un cuerpo limpio como una patena, como los tiros de pega en la barriga en las pelis viejas del oeste.
La gente que comenta que la película es antisemita, pertenece al lobby judío, son "políticamente correctos" y toman yogures de soja, tienen un cromosoma de más o probablemente una combinación lineal de todo. Los judíos hicieron eso, pero francamente, no son más o menos patéticos que otros colectivos agilipollados. Porque señores, Alemania en pleno aclamó al ínclito, y nosotros no somos mucho mejores: Aclamamos a Fernando VII, "El molesto", como decía Forges, gritando "vivan las cadenas", y más cerquita en el tiempo, nuestro particular dictador murió en la cama de viejo.
He querido titular este post así para intentar contrarrestar un poco el título del post de Impe. Creo que creer, en si mismo, no es malo. Yo creo en muchas cosas. Y en muchas de las que aparecen en la película, por ejemplo.
Por ejemplo, creo en los autoproclamados sacerdotes de cualquier tipo de religión que se aprovechan de ello para ostentar un determinado estatus, y que manipulando de la manera más trapera a la masa, consiguen prebendas. La masa, por cierto, tiene lo que se merece.
Creo en la brutalidad descerebrada de un sector de las fuerzas armadas, que a su nivel más bajo, se ha nutrido siempre de los borderline de la sociedad, dado que pegan, empujan, se cuadran y no dan problemas. Y encima están orgullosos de pertenecer a semejantes "cuerpos de élite". Como cierta criatura que últimamente se asoma por las pantallas de TV.
Creo en los bufones que rodean siempre a los poderosos, y los tontos y los enanos que viven su triste vida alegrando los días con sus gracias crueles a quien les da de comer. El palacio de Herodes es muy significativo al respecto.
Creo en la impotencia de la Virgen cogiendo puñados de tierra del suelo, la debilidad en el momento de la verdad que tiene Pedro, en la responsabilidad que te cae de repente y como te das cuenta de la enormidad que has hecho en un momento de enajenación (pasa con muchos serial killers) como le pasa a Judas, en el criminal descerebrado tipo Barrabás, en la persona que no se involucra hasta que ve la enormidad de la injusticia que se comete, como Simón Cirineo, en el político que toma una decisión injusta a sabiendas por no complicarse la vida, como Pilatos.
Creo en el duro de pastel tipo Gesmas, en la gente intrísecamente buena que se ve arrastrada al delito, tipo Dimas. Yo he hecho mi prestación social dando clases a presos que estaban haciendo la carrera por la UNED. Y ninguno bebía sangre por las noches, sino una combinación de mala suerte, inconsciencia y malas elecciones. No tan diferente a las de casi todos.
Creo en la bondad intrínseca de la doctrina proclamada por Jesús. Es de una valentía y una osadía tan intolerable, que la mayor parte de los autodenominados cristianos se conforman con una versión "light" de la misma.
No creo en el más allá. No creo en Dios. No creo, como decía Lady Napalm en un momento de la película, en que la actitud del no creyente es como la del sacerdote baboso que va al Gólgota a decir a un Jesús moribundo que les muestre un milagro para que crean. Creo en lo que me convence, no necesariamente en lo que veo. Creo en Leónidas, y no le he visto nunca.
Creo, en fin como decía Anaxágoras, en el hombre como medida de todas las cosas. Creo que el hombre es capaz de hacer cosas insuperables en gallardía, sacrificio, nobleza y altura. Y al mismo tiempo, es capaz de lo más tirado, bajo, hipócrita, ratonero, traidor y saco de mierda que nos podamos imaginar.
Y si, me he inflado a llorar en la película. También lo hice en Big Fish. Es una buena historia, épica, combinando cosas que me tocan mucho. No es tan diferente a un buen cómic de Frank Miller, mezclando sacrificio, drama, debilidad, entrega, derrota y triunfo envuelto en la misma. Por momentos, me parecía estar viendo una versión de 300.
Y si, Mel Gibson es un facha. Y Peckinpah era un borracho. Y Picasso un hijo de puta. Y Chaplin, lo peor. Van Gogh estaba loco. Las obras se juzgan por separado del autor. Es complicado de conseguir, pero es una muy buena película si logras olvidarte que el hipócrita baboso, la frustrada pegona, el molestador de niños o el manipulador que te alejaron para siempre de cualquier cosa que involucre cruces (siempre que no sea un test) te contaba algo parecido. Que no igual.
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Y por cierto, me ha causado una muy honda impresión, posiblemente por todas las razones contrarias a las del resto del mundo.
Para empezar, la gente que comenta que es una película supergore, es gilipollas TDBA. Señores, si se le mete una sarta de latigazos a alguien en ese plan, las heridas son así y se sangra así. Un shock hipovolémico es así, y las convulsiones incontroladas de las manos son así. Las crucifixiones eran así, teniendo en cuenta que no se puede crucificar a nadie de las palmas de las manos, porque se desgarran, pero era muy común que los ataran y les dislocaran los hombros. Las gilipolleces son los crucifijos que muestran una cara en éxtasis y/o cierta incomodidad, como si le molestaran los zapatos, en un cuerpo limpio como una patena, como los tiros de pega en la barriga en las pelis viejas del oeste.
La gente que comenta que la película es antisemita, pertenece al lobby judío, son "políticamente correctos" y toman yogures de soja, tienen un cromosoma de más o probablemente una combinación lineal de todo. Los judíos hicieron eso, pero francamente, no son más o menos patéticos que otros colectivos agilipollados. Porque señores, Alemania en pleno aclamó al ínclito, y nosotros no somos mucho mejores: Aclamamos a Fernando VII, "El molesto", como decía Forges, gritando "vivan las cadenas", y más cerquita en el tiempo, nuestro particular dictador murió en la cama de viejo.
He querido titular este post así para intentar contrarrestar un poco el título del post de Impe. Creo que creer, en si mismo, no es malo. Yo creo en muchas cosas. Y en muchas de las que aparecen en la película, por ejemplo.
Por ejemplo, creo en los autoproclamados sacerdotes de cualquier tipo de religión que se aprovechan de ello para ostentar un determinado estatus, y que manipulando de la manera más trapera a la masa, consiguen prebendas. La masa, por cierto, tiene lo que se merece.
Creo en la brutalidad descerebrada de un sector de las fuerzas armadas, que a su nivel más bajo, se ha nutrido siempre de los borderline de la sociedad, dado que pegan, empujan, se cuadran y no dan problemas. Y encima están orgullosos de pertenecer a semejantes "cuerpos de élite". Como cierta criatura que últimamente se asoma por las pantallas de TV.
Creo en los bufones que rodean siempre a los poderosos, y los tontos y los enanos que viven su triste vida alegrando los días con sus gracias crueles a quien les da de comer. El palacio de Herodes es muy significativo al respecto.
Creo en la impotencia de la Virgen cogiendo puñados de tierra del suelo, la debilidad en el momento de la verdad que tiene Pedro, en la responsabilidad que te cae de repente y como te das cuenta de la enormidad que has hecho en un momento de enajenación (pasa con muchos serial killers) como le pasa a Judas, en el criminal descerebrado tipo Barrabás, en la persona que no se involucra hasta que ve la enormidad de la injusticia que se comete, como Simón Cirineo, en el político que toma una decisión injusta a sabiendas por no complicarse la vida, como Pilatos.
Creo en el duro de pastel tipo Gesmas, en la gente intrísecamente buena que se ve arrastrada al delito, tipo Dimas. Yo he hecho mi prestación social dando clases a presos que estaban haciendo la carrera por la UNED. Y ninguno bebía sangre por las noches, sino una combinación de mala suerte, inconsciencia y malas elecciones. No tan diferente a las de casi todos.
Creo en la bondad intrínseca de la doctrina proclamada por Jesús. Es de una valentía y una osadía tan intolerable, que la mayor parte de los autodenominados cristianos se conforman con una versión "light" de la misma.
No creo en el más allá. No creo en Dios. No creo, como decía Lady Napalm en un momento de la película, en que la actitud del no creyente es como la del sacerdote baboso que va al Gólgota a decir a un Jesús moribundo que les muestre un milagro para que crean. Creo en lo que me convence, no necesariamente en lo que veo. Creo en Leónidas, y no le he visto nunca.
Creo, en fin como decía Anaxágoras, en el hombre como medida de todas las cosas. Creo que el hombre es capaz de hacer cosas insuperables en gallardía, sacrificio, nobleza y altura. Y al mismo tiempo, es capaz de lo más tirado, bajo, hipócrita, ratonero, traidor y saco de mierda que nos podamos imaginar.
Y si, me he inflado a llorar en la película. También lo hice en Big Fish. Es una buena historia, épica, combinando cosas que me tocan mucho. No es tan diferente a un buen cómic de Frank Miller, mezclando sacrificio, drama, debilidad, entrega, derrota y triunfo envuelto en la misma. Por momentos, me parecía estar viendo una versión de 300.
Y si, Mel Gibson es un facha. Y Peckinpah era un borracho. Y Picasso un hijo de puta. Y Chaplin, lo peor. Van Gogh estaba loco. Las obras se juzgan por separado del autor. Es complicado de conseguir, pero es una muy buena película si logras olvidarte que el hipócrita baboso, la frustrada pegona, el molestador de niños o el manipulador que te alejaron para siempre de cualquier cosa que involucre cruces (siempre que no sea un test) te contaba algo parecido. Que no igual.
martes, noviembre 16, 2004
Cerrando el círculo con el de los frutos secos
Ya sé que dije que mi próximo post iba a ser caústico, pero es que como quiera que la pelota ha ido al blog de Impe, y me ha lanzado un smash a dos manos desde el fondo de la red, me gustaría ponerle una coda elegante por mi parte a la discusión con mi opinión real y descarnada sobre el asunto, astutamente oculta en una aparente anécdota trivial de Borges:
Borges se afilió al partido demócrata conservador -un nido de fachas semilla del golpe militar posterior- en 1.963, siendo ya un prócer de la patria. El venía de ser anarquista cuando era joven, y en realidad lo que fue toda la vida fue un odiador profesional de Perón, ya que detestaba a los populacheros demagogos y además este en concreto le parecía un imbécil terminal.
Le preguntó un reportero:
- "¿Que usted se afilie significa que usted militará en el conservadurismo, que se ha entusiasmado?
Borges contestó:
- "Mire, joven, la verdad es que nadie puede ser entusiásticamente conservador. Me afilié porque me convenció una amiga, pero entusiasmo no tengo ninguno. Uno puede ser un trostkista con estusiasmo, un comunista o un hincha de fútbol. ¡¿Pero como ser conservador con entusiasmo?!"
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Borges se afilió al partido demócrata conservador -un nido de fachas semilla del golpe militar posterior- en 1.963, siendo ya un prócer de la patria. El venía de ser anarquista cuando era joven, y en realidad lo que fue toda la vida fue un odiador profesional de Perón, ya que detestaba a los populacheros demagogos y además este en concreto le parecía un imbécil terminal.
Le preguntó un reportero:
- "¿Que usted se afilie significa que usted militará en el conservadurismo, que se ha entusiasmado?
Borges contestó:
- "Mire, joven, la verdad es que nadie puede ser entusiásticamente conservador. Me afilié porque me convenció una amiga, pero entusiasmo no tengo ninguno. Uno puede ser un trostkista con estusiasmo, un comunista o un hincha de fútbol. ¡¿Pero como ser conservador con entusiasmo?!"
Salieris
Hoy he tenido un intercambio de opiniones de puta madre con Earendil, Athair e Impe que venía a concluir que la tan manida "sabiduría popular" viene a ser la de mis cojones, porque a cada refrán que dice una cosa, hay otro igual de válido que lo contrarresta: Del estilo de "Más vale pájaro en mano que ciento volando" y "Quien no se arriesga no pasa la mar".
Yo traía a la mesa el ejemplo de los operadores de bolsa, que no tienen ni puta idea de lo que pasa en lo que pomposamente llaman "los mercados" pero que siempre tienen una serie de explicaciones cojonudas ¡a posteriori! que les viene bien para explicar porque ha pasado algo, y muchas veces la misma razón les sirve par justificar cuando suben y cuando bajan. Yo les llamo "los adivinos del pasado"
Impe, como buen extremista, piensa que en el grupo de los paniaguados y la corrección política habita el germen de la mediocridad. No puedo por menos que aplaudirle y darle la razón.
Sin embargo, pienso que este país le va como le va porque es un país de extremos. Decía Bizet (Si, el gabacho de Carmen) que España era un país tan desgraciado que los lloros de las sequías sólo se paraban con los gritos de las inundaciones. Y es verdad. Somos el paradigma de la ley del péndulo.
Otro ejemplo, una de las cosas que más me llamó la atención de Cass, cuando la conocí, es que ella se autodefinió como la Reina de las mediocres, estilo Salieri en Amadeus (Películón de la hostia al que algún día dedicaré un post entero).
Cualquiera que conozca a Cass sabe que es cualquier cosa menos mediocre, pero ella lo dice con total convicción, de tal modo que te hace pensar sobre la auténtica dimensión de la mediocridad. La película mencionada, a ese respecto es también muy tramposa, ya que hace creer que Mozart nació genio, cuando en realidad estuvo trabajando como un hijo de perra toda su vida. Insisto, volveré a este tema otro día.
Yo hago un montón de cosas, todas ellas de manera muy mediocre, pero el hacer tantas, me convierte a su vez en alguien excepcional en según que escalas. ¿Quien puede hablar de medidas absolutas?
Cuando la gente habla de "los mediocres", se suele autoexcluir de manera inconsciente. No falla: Si se nos ocurre afirmar en una reunión que en todo grupo humano hay un 90% de gilipollas , todo el mundo presente asentirá con la cabeza, absolutamente convencidos de que forman parte del grupo de los elegidos por el dedo de Vishnu. El sentimiento de pertenecer a una elite mantiene pantomimas en pie que de cualquier otra forma no se sostendrían. O eso, o intentad convencerme de que a ciertos garrulos les gusta Mahler de verdad y de que todos los "Ulises" que hay en las estanterías del mundo han sido leídos.
Otro experimento prueba que en catas a ciegas, Pepsi gana casi siempre, pero que en catas visibles, Coca Cola gana por goleada. La explicación es que tendemos a hacernos confundir con la masa si tenemos claro cual es la opción del grupo.
Es de puta madre!!! La mediocridad como mecanismo de defensa!!!
Ya sabéis, chicos, gorila blanco, comida de león. A camuflar vuestras características especiales, y sacadlas solo en entornos muy controlados. Como vuestro blog. Y ojo con los felinos que pululan por ahí.
Alguien pensará a que viene esta catarata de pensamientos aparentemente inconexos. A lo mejor creeís que a partir de ahora CE se va a convertir en un blog de auteur o alguna mariconada por el estilo. No, simplemente pensaba que gracias a todas estas circunstancias, yo tengo algo que decir al mundo.
Én el próximo post volveré a ser caústico. Hoy tocaba reflexión, niños.
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Yo traía a la mesa el ejemplo de los operadores de bolsa, que no tienen ni puta idea de lo que pasa en lo que pomposamente llaman "los mercados" pero que siempre tienen una serie de explicaciones cojonudas ¡a posteriori! que les viene bien para explicar porque ha pasado algo, y muchas veces la misma razón les sirve par justificar cuando suben y cuando bajan. Yo les llamo "los adivinos del pasado"
Impe, como buen extremista, piensa que en el grupo de los paniaguados y la corrección política habita el germen de la mediocridad. No puedo por menos que aplaudirle y darle la razón.
Sin embargo, pienso que este país le va como le va porque es un país de extremos. Decía Bizet (Si, el gabacho de Carmen) que España era un país tan desgraciado que los lloros de las sequías sólo se paraban con los gritos de las inundaciones. Y es verdad. Somos el paradigma de la ley del péndulo.
Otro ejemplo, una de las cosas que más me llamó la atención de Cass, cuando la conocí, es que ella se autodefinió como la Reina de las mediocres, estilo Salieri en Amadeus (Películón de la hostia al que algún día dedicaré un post entero).
Cualquiera que conozca a Cass sabe que es cualquier cosa menos mediocre, pero ella lo dice con total convicción, de tal modo que te hace pensar sobre la auténtica dimensión de la mediocridad. La película mencionada, a ese respecto es también muy tramposa, ya que hace creer que Mozart nació genio, cuando en realidad estuvo trabajando como un hijo de perra toda su vida. Insisto, volveré a este tema otro día.
Yo hago un montón de cosas, todas ellas de manera muy mediocre, pero el hacer tantas, me convierte a su vez en alguien excepcional en según que escalas. ¿Quien puede hablar de medidas absolutas?
Cuando la gente habla de "los mediocres", se suele autoexcluir de manera inconsciente. No falla: Si se nos ocurre afirmar en una reunión que en todo grupo humano hay un 90% de gilipollas , todo el mundo presente asentirá con la cabeza, absolutamente convencidos de que forman parte del grupo de los elegidos por el dedo de Vishnu. El sentimiento de pertenecer a una elite mantiene pantomimas en pie que de cualquier otra forma no se sostendrían. O eso, o intentad convencerme de que a ciertos garrulos les gusta Mahler de verdad y de que todos los "Ulises" que hay en las estanterías del mundo han sido leídos.
Otro experimento prueba que en catas a ciegas, Pepsi gana casi siempre, pero que en catas visibles, Coca Cola gana por goleada. La explicación es que tendemos a hacernos confundir con la masa si tenemos claro cual es la opción del grupo.
Es de puta madre!!! La mediocridad como mecanismo de defensa!!!
Ya sabéis, chicos, gorila blanco, comida de león. A camuflar vuestras características especiales, y sacadlas solo en entornos muy controlados. Como vuestro blog. Y ojo con los felinos que pululan por ahí.
Alguien pensará a que viene esta catarata de pensamientos aparentemente inconexos. A lo mejor creeís que a partir de ahora CE se va a convertir en un blog de auteur o alguna mariconada por el estilo. No, simplemente pensaba que gracias a todas estas circunstancias, yo tengo algo que decir al mundo.
Én el próximo post volveré a ser caústico. Hoy tocaba reflexión, niños.
sábado, noviembre 13, 2004
It's over
Se acabó. Es el comienzo del fin.
Cuando inicié este blog, mi único propósito era dar salida a mi alter ego (hablo de el como si fuera un alter ego mío de toda la vida, pero en el puente de diciembre cumplirá un año) y de paso intercambiar historias con otras personas de un círculo reducidísimo. Obviamente era consciente de que salía a la red, pero al contrario de gente con un ombligo con escalerillas para bajar al fondo, soy consciente de que no soy nadie y de que no me iba a ver ni el Tato fuera del círculo de zelotes. Y que ya me parecía bien, oyes.
Sin embargo, me han llegado noticias de que he sido comentado en el blog de Borjamari, en el capítulo de "Blogs en alza", en términos elogiosos.
Al susodicho Borjamari no tengo el gusto de conocerle, pero cuando he ido a su blog y he comprobado una serie de cosas, se me ha empezado a perlar la frente con gruesas gotas de sudor.
En mi opinión, si dice que un blog es bueno, es que es bueno. Cuando decía que alguien era un pedante relamido insufrible sin capacidad de autocrítica, lo era de todas todas. Y cuando decía que un blog era una puta mierda, maldición, lo era, y con lazo. Con lo que la coña y la sorna en principio, queda descartada...
Entonces es cuando me he echado a temblar.
Conectando con el post de Zimbabwe, este es el momento en el que la gente comenzará a murmurar "Ya no escribe como antes" "Cuando no lo conocía nadie escribía mejor" "Se le ha subido a la cabeza" "Pues su swing es nefasto" "Y tiene un tumor en un testículo", etc,etc...
La pucha.
Borjamari, me jodiste. No te guardo rencor, mira. Pero me acabas de saltar el lacre del orto, que diría el del Orsai.
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Cuando inicié este blog, mi único propósito era dar salida a mi alter ego (hablo de el como si fuera un alter ego mío de toda la vida, pero en el puente de diciembre cumplirá un año) y de paso intercambiar historias con otras personas de un círculo reducidísimo. Obviamente era consciente de que salía a la red, pero al contrario de gente con un ombligo con escalerillas para bajar al fondo, soy consciente de que no soy nadie y de que no me iba a ver ni el Tato fuera del círculo de zelotes. Y que ya me parecía bien, oyes.
Sin embargo, me han llegado noticias de que he sido comentado en el blog de Borjamari, en el capítulo de "Blogs en alza", en términos elogiosos.
Al susodicho Borjamari no tengo el gusto de conocerle, pero cuando he ido a su blog y he comprobado una serie de cosas, se me ha empezado a perlar la frente con gruesas gotas de sudor.
En mi opinión, si dice que un blog es bueno, es que es bueno. Cuando decía que alguien era un pedante relamido insufrible sin capacidad de autocrítica, lo era de todas todas. Y cuando decía que un blog era una puta mierda, maldición, lo era, y con lazo. Con lo que la coña y la sorna en principio, queda descartada...
Entonces es cuando me he echado a temblar.
Conectando con el post de Zimbabwe, este es el momento en el que la gente comenzará a murmurar "Ya no escribe como antes" "Cuando no lo conocía nadie escribía mejor" "Se le ha subido a la cabeza" "Pues su swing es nefasto" "Y tiene un tumor en un testículo", etc,etc...
La pucha.
Borjamari, me jodiste. No te guardo rencor, mira. Pero me acabas de saltar el lacre del orto, que diría el del Orsai.
jueves, noviembre 11, 2004
Boleros Bengalies
Llevo varios días con este post atragantado en la garganta como un polvorón mal digerido y por fin me lo voy a poder sacar de encima...
De vez en cuando me toca viajar a provincias. No porque vaya de gira como Juanito Navarro, sino porque tengo intereses comerciales en Barcelona y Málaga. De vez en cuando, y porque la economía está achuchá, en lugar de coger un avión me voy en coche. Y entonces, me preparo para entrar en la Twilight Zone.
Me gustaría poder escribir de los locales de neones de color pastel de la carretera, con nombres tan sugerentes como "Los ángeles de Charlie", "Melocotón Húmedo" (verídico), o "Ecopolvo" (verídico). Pero dado que no soy buen conocedor del percal, les cedo el tema a los auténticos trabajadores de la whiskería, barra americana y las señoritas de allende los mares, por lo general recios votantes de partidos de honda raigambre española.
Sin embargo, me considero un conossieur de algo más interesante a mi juicio: Las cintas de gasolinera o restaurante con puesto de quesos al lado de la carretera nacional.
Este post está generado por mi último viaje a Málaga, y en concreto en una de las paradas en un antro de Morlocks de este tipo. En el estante de las cintas, reluciente, me sonreía Moncho desde su cinta donde se proclamaba: "Boleros Bengalíes". Después de recogerme los huevos del suelo, en mi mente ya estaba plantada la semillita de este post.
Porque sí, amigos, desde aquí confieso mi nefando vicio: Soy un pervertido devorador de "Deme el castellano", "Sombra y Luz" y los "Pillo's Boys". Cuando me voy a estirar las piernas, la atracción morbosa del expositor giratorio es más fuerte que yo y allí me tiro mirando con delactación las ambrosías que se me ofrecen a 4,95 €.
Los que no hayáis oído nunca alguna de estas cintas, es algo pavoroso, dan más miedo que Yog-Shototh en campo abierto: Voces de ultratumba, sonidos de Casiotone con las pilas gastadas, lloros de fantasma de mansión grabados por Tristanbaker, aullidos sicalípticos, arreglos psicópatas, letras psicocilóbicas y en general una violación y mutilación de la armonía estilo Holocausto Canibal. Es como abrir y leer el De Vermiis Mysteriis.
Y no os penséis que es un tema tipo la Charanga del Tío Honorio o similares. No, no, esos son dodecafónicos comparado con titanes de la cinta llorosa como el amigo Cecilio, aquí presente.
La verdad es que si no colecciono desaforadamente este material, es, aparte de temas meramente crematísticos, porque dado lo adictivo/obsesivo de mi naturaleza, me veo conduciendo de noche por carreteras secundarias en los alrededores de Villanueva del Trabuco (verídico) buscando algún incunable. Y no se trata de eso.
Los que estéis pensando que me estoy mofando de gente muy respetable que a fin de cuentas contribuye al crecimiento dle PIB del país, pensáos lo dos veces: Una de las más saludables roturas de orto (lágrimas como puños) descojonativas que me he pegado últimamente fue a costa de escuchar alguna de mis cintas de jovencito, en particular Sangre Azul y Angeles del Infierno. volver a escuchar aquello de "Cuerrpooo a cuerrpo" o mejor, "Vas de cuero y usas jeans, y te gusta privarrrr..." me hizo doblarme como una bisagra. Y cualquiera que me conozca, sabe de mi fanatismo ciego por los Gigatrón. Que cercano está lo sublime y lo de traca, queridisimos hermanossss...
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De vez en cuando me toca viajar a provincias. No porque vaya de gira como Juanito Navarro, sino porque tengo intereses comerciales en Barcelona y Málaga. De vez en cuando, y porque la economía está achuchá, en lugar de coger un avión me voy en coche. Y entonces, me preparo para entrar en la Twilight Zone.
Me gustaría poder escribir de los locales de neones de color pastel de la carretera, con nombres tan sugerentes como "Los ángeles de Charlie", "Melocotón Húmedo" (verídico), o "Ecopolvo" (verídico). Pero dado que no soy buen conocedor del percal, les cedo el tema a los auténticos trabajadores de la whiskería, barra americana y las señoritas de allende los mares, por lo general recios votantes de partidos de honda raigambre española.
Sin embargo, me considero un conossieur de algo más interesante a mi juicio: Las cintas de gasolinera o restaurante con puesto de quesos al lado de la carretera nacional.
Este post está generado por mi último viaje a Málaga, y en concreto en una de las paradas en un antro de Morlocks de este tipo. En el estante de las cintas, reluciente, me sonreía Moncho desde su cinta donde se proclamaba: "Boleros Bengalíes". Después de recogerme los huevos del suelo, en mi mente ya estaba plantada la semillita de este post.
Porque sí, amigos, desde aquí confieso mi nefando vicio: Soy un pervertido devorador de "Deme el castellano", "Sombra y Luz" y los "Pillo's Boys". Cuando me voy a estirar las piernas, la atracción morbosa del expositor giratorio es más fuerte que yo y allí me tiro mirando con delactación las ambrosías que se me ofrecen a 4,95 €.
Los que no hayáis oído nunca alguna de estas cintas, es algo pavoroso, dan más miedo que Yog-Shototh en campo abierto: Voces de ultratumba, sonidos de Casiotone con las pilas gastadas, lloros de fantasma de mansión grabados por Tristanbaker, aullidos sicalípticos, arreglos psicópatas, letras psicocilóbicas y en general una violación y mutilación de la armonía estilo Holocausto Canibal. Es como abrir y leer el De Vermiis Mysteriis.
Y no os penséis que es un tema tipo la Charanga del Tío Honorio o similares. No, no, esos son dodecafónicos comparado con titanes de la cinta llorosa como el amigo Cecilio, aquí presente.
La verdad es que si no colecciono desaforadamente este material, es, aparte de temas meramente crematísticos, porque dado lo adictivo/obsesivo de mi naturaleza, me veo conduciendo de noche por carreteras secundarias en los alrededores de Villanueva del Trabuco (verídico) buscando algún incunable. Y no se trata de eso.
Los que estéis pensando que me estoy mofando de gente muy respetable que a fin de cuentas contribuye al crecimiento dle PIB del país, pensáos lo dos veces: Una de las más saludables roturas de orto (lágrimas como puños) descojonativas que me he pegado últimamente fue a costa de escuchar alguna de mis cintas de jovencito, en particular Sangre Azul y Angeles del Infierno. volver a escuchar aquello de "Cuerrpooo a cuerrpo" o mejor, "Vas de cuero y usas jeans, y te gusta privarrrr..." me hizo doblarme como una bisagra. Y cualquiera que me conozca, sabe de mi fanatismo ciego por los Gigatrón. Que cercano está lo sublime y lo de traca, queridisimos hermanossss...
viernes, noviembre 05, 2004
Shields down
Micro, micro post. Triste, además...
Hay ocasiones en las que no estoy particularmente orgulloso de mi mismo.
Por regla general, los que me conocéis sabeís que soy una persona que no se ve superado por los acontecimientos y las situaciones complicadas; y por regla general con mucho autocontrol. El affaire de la riada es un ejemplo paradigmático.
Sin embargo, cuando me entra un dolor de cabeza clásico, el dolor de cabeza de "Estás agotado y me voy a desconectar porque tu no te desconectas" es generalmente un momento en el que pierdo los nervios, cualquier incomodidad se convierte en algo inaguantable y me termino comportando como un niño de tres años.
Suelo dormir 14 horas y se me pasa. El problema es si tengo que trabajar de manera ineludible o hacer algo inaplazable mientras estoy en pleno proceso. Entonces son multitud los jarrones que rompo por el camino y las injusticias y bordeces que cometo, de las que suelen ser objeto las personas más cercanas a mi.
Hay gente que tiene problemas con la bebida. Yo los tengo con esto. No es una excusa, es un reconocimiento público de un problema. Y una petición de perdón.
Lo siento, sweets. De verdad.
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Hay ocasiones en las que no estoy particularmente orgulloso de mi mismo.
Por regla general, los que me conocéis sabeís que soy una persona que no se ve superado por los acontecimientos y las situaciones complicadas; y por regla general con mucho autocontrol. El affaire de la riada es un ejemplo paradigmático.
Sin embargo, cuando me entra un dolor de cabeza clásico, el dolor de cabeza de "Estás agotado y me voy a desconectar porque tu no te desconectas" es generalmente un momento en el que pierdo los nervios, cualquier incomodidad se convierte en algo inaguantable y me termino comportando como un niño de tres años.
Suelo dormir 14 horas y se me pasa. El problema es si tengo que trabajar de manera ineludible o hacer algo inaplazable mientras estoy en pleno proceso. Entonces son multitud los jarrones que rompo por el camino y las injusticias y bordeces que cometo, de las que suelen ser objeto las personas más cercanas a mi.
Hay gente que tiene problemas con la bebida. Yo los tengo con esto. No es una excusa, es un reconocimiento público de un problema. Y una petición de perdón.
Lo siento, sweets. De verdad.
jueves, noviembre 04, 2004
Me hundieron porque tienen la radiofórmula y el sistema, oh, si
Otro micropost. Se me está acumulando el material y no sale, maledetto lavoro!
Bueno,
Para los asiduos al blog de Gorpik, sabreís que he tenido un ensayo típico Napalmoso. Tiemblo de miedo cada vez que llega un ensayo previo de los Pelafusteins porque se que me va a pasar algo Spinal Tap.
Como el tiene más gracia, soltura y tiempo libre desde que dejó el proceloso mar de la empresa propia, os redirijo a el para los detalles gruesos y simplemente puntualizo aqui las inexactitudes, alguna de las cuales casi me cuesta un disgusto familiar:
- Los Gossos d'Esquadra me dijeron literalmente, que "los recursos del ayuntamiento no están para esto" (ponga aquí su comentario al respecto) y que llamara a mi aseguradora. El coche es de Lady Napalm, el seguro a nombre de su padre y todo por el estilo. Así que ponte a bucear entre los papeles, encuentra el teléfono de emergencia, llámales usando el teléfono de los gossos y encuentrate con el hecho de que si no tienes pasada la ITV (por tres o cuatro meses) el seguro no se hace cargo de nada y te lo tienes que pagar tu de tu bolsillo. Por cierto, no sabía que los gossos sabían idiomas: Yo les dije "Dígales que hagan lo que les salga de los cojones pero que envíen una grúa de una puta vez" y fue traducido como "el cliente está de acuerdo con pagar la grúa y pide que se la envíen". En mi descargo, espero que entendáis la situación en la que me encontraba.
- Momento puerta(que casi me mata Lady Napalm cuando lo ha leído, maño): Cuando el água estaba más alta era imposible físicamente que pudiera abrir la puerta, porque la presión exterior era realmente importante. El agua comenzó a filtrarse por debajo del coche, y fue subiendo de altura lentamente, Titanic style, hasta llegarme a las rodillas. En un espasmo de frío se me cayó el móvil al suelo del coche (ergo, al agua).
- Yo estaba preparado, si el tema iba a mucho peor, a afrontar mi única posibilidad, que era abrir la ventanilla, que entrara el agua a saco, equilibrar presiones dentro-fuera y salir rompiendo la ventanilla o abriendo la puerta si el mecanismo no estaba dañado. Que uno ha visto mucho CSI y hay un episodio con la hija de Catherine en un coche en el pantano, que explicita el procedimiento a seguir en casos como este. Lo que pasó es que cuando amainó y hubo el primer contingente de Pelafusteins que bajaron a ver que me había pasado, en concreto Luzbel se me acercó a hablar conmigo, juzgué que el agua había bajado lo suficiente como para abrir la puerta e intenté abrirla, sin darme cuenta de que estaba hundido más de treinta centímetros en el barro, con lo que el nivel de la puerta estaba muy bajo y entró algo más de agua. Apenas abrí un resquicio, cerré inmediatamente y me dije a mi mismo "idiota, idiota" como Luzbel puede atestiguar.
- Tardásteis un montón en salir porque el camino alternativo era un infierno, y el señor de la grúa vino a decirme que había que pagarle, que se solidarizaba mucho con mis problemas pero que el tenía los suyos y que mis colegas podían tardar tres horas en venir. Tomé una decisión: Montar en el coche (Que funcionaba, a pesar de que sonaba como una carraca por la tierra y piedras incrustadas en todas partes), ir a Mataró, sacar dinero en un cajero, pagar al ínclito y volver. Tardé diez minutos. Obviamente, Murphy en full effect hizo que esos fueran los diez minutos en que salísteis y os fuísteis.
- El cuadro mío achicando agua con una bolsa, calado hasta los huesos de agua helada, cansado, aterido, con el coche lleno de barro, hojas y ramitas, apestando a agua cenagosa, y jurando en arameo, os lo podéis imaginar. Creo que dejé los Pelafustanes tres o cuatro veces esa noche.
Sin embargo, en estos momentos de agua hasta las rodillas, solo ténía una cosa que decir:
JEEEEEBIIIIIMEEEEETAAAAALLLLLL!!!!!
Otro día con más tiempo, las reflexiones que se te pasan por la cabeza en una situación así, sin móvil, sin luz, agua a más de media puerta en ambas puertas, lloviendo a saco, con un barranco a cincuenta metros, y con el coche que es el ojito derecho de tu mujer en serio trance de muerte.
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Bueno,
Para los asiduos al blog de Gorpik, sabreís que he tenido un ensayo típico Napalmoso. Tiemblo de miedo cada vez que llega un ensayo previo de los Pelafusteins porque se que me va a pasar algo Spinal Tap.
Como el tiene más gracia, soltura y tiempo libre desde que dejó el proceloso mar de la empresa propia, os redirijo a el para los detalles gruesos y simplemente puntualizo aqui las inexactitudes, alguna de las cuales casi me cuesta un disgusto familiar:
- Los Gossos d'Esquadra me dijeron literalmente, que "los recursos del ayuntamiento no están para esto" (ponga aquí su comentario al respecto) y que llamara a mi aseguradora. El coche es de Lady Napalm, el seguro a nombre de su padre y todo por el estilo. Así que ponte a bucear entre los papeles, encuentra el teléfono de emergencia, llámales usando el teléfono de los gossos y encuentrate con el hecho de que si no tienes pasada la ITV (por tres o cuatro meses) el seguro no se hace cargo de nada y te lo tienes que pagar tu de tu bolsillo. Por cierto, no sabía que los gossos sabían idiomas: Yo les dije "Dígales que hagan lo que les salga de los cojones pero que envíen una grúa de una puta vez" y fue traducido como "el cliente está de acuerdo con pagar la grúa y pide que se la envíen". En mi descargo, espero que entendáis la situación en la que me encontraba.
- Momento puerta(que casi me mata Lady Napalm cuando lo ha leído, maño): Cuando el água estaba más alta era imposible físicamente que pudiera abrir la puerta, porque la presión exterior era realmente importante. El agua comenzó a filtrarse por debajo del coche, y fue subiendo de altura lentamente, Titanic style, hasta llegarme a las rodillas. En un espasmo de frío se me cayó el móvil al suelo del coche (ergo, al agua).
- Yo estaba preparado, si el tema iba a mucho peor, a afrontar mi única posibilidad, que era abrir la ventanilla, que entrara el agua a saco, equilibrar presiones dentro-fuera y salir rompiendo la ventanilla o abriendo la puerta si el mecanismo no estaba dañado. Que uno ha visto mucho CSI y hay un episodio con la hija de Catherine en un coche en el pantano, que explicita el procedimiento a seguir en casos como este. Lo que pasó es que cuando amainó y hubo el primer contingente de Pelafusteins que bajaron a ver que me había pasado, en concreto Luzbel se me acercó a hablar conmigo, juzgué que el agua había bajado lo suficiente como para abrir la puerta e intenté abrirla, sin darme cuenta de que estaba hundido más de treinta centímetros en el barro, con lo que el nivel de la puerta estaba muy bajo y entró algo más de agua. Apenas abrí un resquicio, cerré inmediatamente y me dije a mi mismo "idiota, idiota" como Luzbel puede atestiguar.
- Tardásteis un montón en salir porque el camino alternativo era un infierno, y el señor de la grúa vino a decirme que había que pagarle, que se solidarizaba mucho con mis problemas pero que el tenía los suyos y que mis colegas podían tardar tres horas en venir. Tomé una decisión: Montar en el coche (Que funcionaba, a pesar de que sonaba como una carraca por la tierra y piedras incrustadas en todas partes), ir a Mataró, sacar dinero en un cajero, pagar al ínclito y volver. Tardé diez minutos. Obviamente, Murphy en full effect hizo que esos fueran los diez minutos en que salísteis y os fuísteis.
- El cuadro mío achicando agua con una bolsa, calado hasta los huesos de agua helada, cansado, aterido, con el coche lleno de barro, hojas y ramitas, apestando a agua cenagosa, y jurando en arameo, os lo podéis imaginar. Creo que dejé los Pelafustanes tres o cuatro veces esa noche.
Sin embargo, en estos momentos de agua hasta las rodillas, solo ténía una cosa que decir:
JEEEEEBIIIIIMEEEEETAAAAALLLLLL!!!!!
Otro día con más tiempo, las reflexiones que se te pasan por la cabeza en una situación así, sin móvil, sin luz, agua a más de media puerta en ambas puertas, lloviendo a saco, con un barranco a cincuenta metros, y con el coche que es el ojito derecho de tu mujer en serio trance de muerte.